26/5/09

"Una oligarquía depredadora en los Haitises”. Despidiéndome de la Cueva de Gumersindo.



Por: Fátima Portorreal, antropóloga
25 de mayo 2009


En una visita reciente al poblado de Gonzalo me enfrenté al panorama tétrico de lo temible: dos humedales sucumben y un nuevo manantial aflora producto de las perforaciones de las retroexcavadoras que rompieron el nivel freático en el centro donde actualmente están trabajando en “pos del desarrollo y del progreso de los Haitises”. ¿A qué nos enfrentamos hoy?, a un informe ambiental que rechaza el proyecto y un estudio de impacto ambiental que tal parece nos muestra que sólo es un paraje yermo, pues así lo comentan las autoridades estatales pertinentes.

Conozco a los/as técnicos/as que realizaron el estudio y hasta hoy reconozco su seriedad. No han permitido el acceso al documento, pero qué realmente pasó con el estudio?; presentaron un análisis ambiental de alternativas?, se logró realizar un buen análisis de interesados que muestre a los distintos actores que forman parte del conflicto, tomando en cuenta inclusive a los/as ambientalistas de la zona y los que están fuera del área?. ¿Se evaluó el impacto arqueológico y espeleológico de la zona?. Son muchas las interrogantes que cualquier ciudadana se hace en tales circunstancias sobre todo cuando presenciamos la envergadura del conflicto.

Indagando en el Museo del Hombre Dominicano, pregunté a su Director Juan Rodríguez si los consultores ambientales que realizaron el estudio referido informaron sobre el arte rupestre en la cueva de Gumersindo y otras áreas de interés arqueológico que se encuentra muy cercana al proyecto de la cementera en Gonzalo. Su respuesta fue contundente: ¡mí pregunta fue la que le informó de la situación!. Sorprendida no estoy, por la forma de cómo se han manejado las autoridades al respecto del conflicto.

Estamos presenciando múltiples violaciones a los reglamentos y procedimientos establecidos. Con la destrucción de la Cueva de Gumersindo se estaría violando la Ley No 564, la que designa al Museo del Hombre Dominicano como el único que está facultado para realizar cualquier estudio si así aparecieran restos arqueológicos. También se viola el artículo 101 de la Constitución vigente, la ley 41-00 que crea la Secretaria de Estado de Cultura y la ley No 64-00 que protege las cuevas en áreas protegidas.

¿Se descalabra el sistema de áreas protegidas? O es una nota más de un acorde incongruente de las autoridades. Ahora la famosa cementera se llevará consigo la Cueva de Gumersindo para hacernos olvidar la memoria histórica de nuestros ancestros.

Tal parece que los Haitises no solo es una cuestión de pajaritos o hierbas que se mueven tras los pasos del desarrollo. ¿Qué le pasa a la vieja y rancia oligarquía dominicana?, también nos quieren quitar el canto del Inriri (carpintero) en los páramos de Gonzalo y tierras aledañas de los Haitises. Tenemos antecedente de daños a cavernas, del mismo consorcio que pretende saltar en pedazos la caliza de los Haitises, pues explota este recurso en la zona del El Pomier. Ya se daño la Cueva Furnia No. III, la cual quedó fuera del polígono de protección por los daños que sufrió tras la explotación minera.

Aquí va una pelota más a la canasta de Leonel Fernández Reina. Acompañados estarán los oligarcas de la cementera por 12 petroglifos antropomorfos de 26 y 8 centímetros de alto, una pictografía en negro ornitomorfa (representación de un ave) que se encuentra a 12 metros de la boca Oeste y otras todavía no estudiadas (Domingo Abreu, 2009). Ni la presencia de los indios se quedó fuera del juego, como tampoco las golondrinas de cuevas (Petrochelidon fulva), los murciélagos, los guabas (Amblipígidae sp) y las arañas.

¡Se escuchará ahora el mayohuacán (tambor arawaco)! para anunciar los areitos de protesta. Llamo a Uxmatex (Cacique de los Haitises), Caonabo, Enriquillo, Anacaona y espero que nos de la mano, la Diosa Guabancexla cementera. Qué dice usted señor ministro, ¿perderemos la Cueva de Gumersindo?.

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